Estimados navegantes, tripulantes en el
océano de la progresía moderada, actualmente algunos de sus
integrantes comenten los mismos errores (y otros nuevos) ejecutados tiempo
atrás por la retrógrada doctrina supuestamente opuesta. Debería
producirse un cambio de guardia urgentísimo, tanto de actitud como de
aptitud, en determinados sistemas de enlace si se considera
como objetivo principal, y mínimo, la arribada del buque a puerto seguro.
Con rebeldía sana, y sin necesidad
de un cruento motín a bordo, ciertamente correspondería suprimir de
raíz los sectarismos manifiestos de grumetes arribistas, próximos a la
comandancia y a la capitanía, que muestran unasupina soberbia en su
ignorancia y que, careciendo del conocimiento necesario para marcar
simples singladuras, con su carácter reaccionario provocarán
inequívocamente, y sin remedio, el naufragio de tan vetusta
embarcación tras un viaje a la deriva, hacia ninguna parte, muy
distante del rumbo a babor marcado al zarpar desde el fondeadero
inicial.
Los navegantes deben
analizar, permanecer alerta, y detectar a quienesdescubren previamente al
enemigo las estrategias de su propia armada antes de una disputa naval,
simplemente por un pueril afán y ansia de protagonismo fugaz,
o por pretender imitar hazañas ajenas de otros lobos de
mar que sí lograron hacer “presas a despecho del inglés” poniendo
en riesgo incluso su vida. Esa podría ser, entre otras, la principal causa delfracaso
de sus andanadas, totalmente inútiles al no hacer ni una sola mella en
el bergantín insignia del adversario. Un adversario que ya fuederrotado
por otros contendientes, verdaderamente beligerantes y contundentes.
[Continuara…]